Acentuación: las seis reglas especiales

Como complemento a las cinco reglas generales de acentuación que señalamos en la sección anterior, existen seis reglas especiales que debemos atender. Estas reglas son para:

                   I.            Las palabras compuestas.
                II.            Los adverbios que terminan en –mente.
             III.            Las palabras extranjeras.
             IV.            Los hiatos de vocal débil acentuada junto a una fuerte.
                V.            El acento diacrítico y los monosílabos.
             VI.            Los verbos con pronombres enclíticos (unidos).

Pasemos, entonces, a discutir cada uno de estos casos.

I. Las palabras compuestas
Se considera una palabra compuesta aquella que resulta de la unión de dos o más palabras. Hay dos tipos de palabras compuestas: 1) las que quedan unidas por un guion (socio-político); y 2) las que se unen para formar un solo vocablo (tragaluz). Para acentuar correctamente el resultado final, hay que dejarse llevar por las siguientes dos normas:

1)      Si la palabra compuesta consta de dos o más palabras unidas por un guion, cada palabra se rige por las reglas de acentuación de manera independiente: árabe-israelí; vasco-francés; hispano-americano. De hecho, solo palabras compuestas unidas por guion pueden llevar más de un acento ortográfico en nuestra lengua.

2)      Si las palabras se unen para formar un solo vocablo, el primer elemento (el de la izquierda) perderá su acento ortográfico, en caso de llevarlo en su forma simple, y se le aplicarán las reglas de acentuación a la forma compuesta. Por ejemplo, si combinamos “décimo” y “cuarto”, terminamos con “decimocuarto”. “Décimo” pierde su acento ortográfico y como la sílaba tónica de la palabra compuesta es –cuar–, por tratarse de una palabra llana que termina en vocal, no se acentúa ortográficamente. Fíjate en los casos a continuación para que veas cómo se aplica la regla:

tragaluz (traga + luz)
tragicómico (trágico + cómico)
asimismo (así + mismo)
paracaídas (para + caídas)

II. Los adverbios que terminan en –mente
Para acentuar los adverbios que terminan en –mente, se debe partir de la forma simple del adjetivo del que se derivan. Se considerará el resultado como una palabra compuesta cuyo segundo elemento, –mente, no afectará el primero al momento de aplicar las reglas de acentuación. En otras palabras, se le aplican las reglas de acentuación al adjetivo, y luego se le añade el –mente. Por lo tanto:

1)      Si el adjetivo del cual se deriva el adverbio lleva acento ortográfico, este mantendrá el acento en la forma adverbial, aunque el morfema –mente también lleva una sílaba tónica: ágilmente, útilmente, rápidamente, difícilmente.

2)      Si el adjetivo del cual se deriva el adverbio no lleva acento ortográfico, la forma adverbial tampoco se acentuará: bellamente, simplemente.

En una sola regla: aplica las reglas de acentuación a la raíz del adverbio y luego añade el sufijo –mente.

III. Las palabras extranjeras
Se les llama palabras extranjeras a las que se originan en otro idioma, clásico o moderno, y cuya grafía es extraña al español. Para fines prácticos, estas se pueden dividir en cuatro grupos, cada uno con sus reglas de acentuación particulares:

1)      Los nombres propios y las palabras no españolizadas; que se escriben como en su lengua original: Shakespeare, Molière, Göete, disc-jockey, catering, gourmet.

2)      Los nombres geográficos y las palabras ya españolizadas; que siguen las reglas generales de acentuación: Moscú, Dublín, París, Nuevo México, Estocolmo, béisbol, fútbol, glásnost.
3)      Los términos latinos; que se acentúan conforme a las reglas generales: hábeas corpus, accésit, quórum.

4)      Las palabras extranjeras que terminan en consonante seguida de “s”, que:

a)      Si son agudas, no se acentúan ortográficamente; por ejemplo, Casals, la cual se acentuaría por terminar en –s de seguir las reglas generales de acentuación.

b)      Si son llanas, se acentúan ortográficamente; por ejemplo, bíceps y tríceps, las cuales no se acentuarían de seguir las reglas generales de acentuación.

IV. Los hiatos
Cuando una vocal débil (i, u) se encuentra junto a una fuerte (a, e, o) sin formar diptongo porque la vocal débil lleva la fuerza de pronunciación, esta “i” o “u” se acentúa ortográficamente. Como señalamos anteriormente (en la lectura #1 [Acentuación: conceptos generales]), al acentuar ortográficamente esta vocal débil, se indica un hiato. Por ejemplo: sitúa, bohío, río, Raúl, ahínco, reír, María y cacatúa.

V. El acento diacrítico
Hay palabras que llevan acento ortográfico para distinguir los diferentes significados que puedan tener. A este acento puramente distintivo se le llama acento diacrítico. Las palabras con acento diacrítico llevan la tilde en su sílaba tónica y no siguen las reglas generales de acentuación. Se utiliza el acento diacrítico con tres grupos:

i)       Ocho monosílabos (mi, tu, el, si, se, de, te, mas).
ii)     Siete locuciones exclamativas e interrogativas (que, quien, cual, donde, cuando, cuanto,     como).
iii)   La palabra aun.

Pasemos, pues, a discutir cada uno de estos grupos.

i) Los monosílabos
Dentro de las reglas generales de acentuación, los monosílabos no se acentúan ortográficamente. Sin embargo, hay ocho que existen con acento diacrítico. La tabla a continuación ilustra cuando se acentúa, o no, cada uno de estos ocho casos.

MONOSÍLABO
Se acentúa cuando es:
No se acentúa cuando es:
Mi
Pronombre personal.
● Eso es para .
Adjetivo posesivo o la nota musical.
● Ella está en mi casa.
● El mi sonó desafinado.
Tu
Pronombre personal.
● ¿Por qué no vas ?
Adjetivo posesivo.
Tu casa es muy linda.
El
Pronombre personal.
● Se lo envié a él.
Artículo.
● Choqué el carro.
Si
Pronombre personal reflexivo o adverbio de afirmación.
● Lo dijo para mismo.
● Me dijo que iría.
Conjunción condicional o la nota musical.
● Que vaya si puede.
● El si sonó desafinado.
Se
De los verbos saber o ser.
● No si vaya al cine.
● Por favor, bueno con él.
Pronombre reflexivo o personal.
Se me olvidó otra vez.
Se lo envié ayer (a él).
De
Del verbo dar.
● Espero que más.
Preposición.
● Ella es de Ciales.
Te
Sustantivo (la bebida).
● Me gusta el helado.
Pronombre personal.
● Ya te lo advirtieron.
Mas
Adverbio de cantidad.
● Necesita más tiempo.
Conjunción (sinónimo de pero).
● La vi, mas no me gustó.

ii) Locuciones interrogativas y exclamativas
Las palabras que, quien, cual, cuando, cuanto, como y donde, así como sus derivados, forman el segundo grupo que puede llevar acento diacrítico.  Dichas palabras lo llevan cuando se utilizan como:

·   Expresiones interrogativas, o en una pregunta indirecta.

¿Qué hora es?           
No sabemos qué hizo.

¿Quién es ella?
Ya veremos quiénes lo aplauden.
¿Cuál es la respuesta?
Desconozco cuál es la tuya.

¿Cuándo fuiste? 
Sí, se me informó cuándo regresaba.

¿Cuánta carne quieres?
Ya indicaron cuánto dinero necesitan.

¿Cómo te llamas?
Ellas saben cómo hacerlo.

¿Dónde estará?
Quién sabe de dónde viene.

·   Expresiones exclamativas.

¡Qué bonito!
¡Quién pudiera estar allí!
¡Cuán desgraciado soy! (cuán, apócope de cuánto frente a adjetivo).
¡Cómo duele!

No llevan acento diacrítico cuando funcionan como palabras de enlace entre diferentes partes de una oración. O sea, cuando se utilizan como pronombres relativos. A continuación, algunos ejemplos.

El cuento que me recomendaste me gustó mucho.
Dáselo a quien quieras.
La joven con la cual acabo de hablar estudia francés.
Telefonéame cuando llegues a Isabela.
Le dio cuanto le pidió.
Lo quiere como a un hijo.
Entramos por donde nos dijiste.

Aunque no forma parte del grupo anterior, aprovecho esta sección para aclarar el caso de por qué (el pronombre interrogativo) y porque (la conjunción), ya que estas suelen confundirse en la escritura. En el caso de estas dos locuciones, cuando tenemos una expresión interrogativa, o que implique incógnita, se utiliza por qué, y cuando se resuelve la interrogante se utiliza porque. Los dos diálogos que siguen ilustran cómo se utiliza cada una.
¿Por qué lloras?                                              
Lloro porque murió mi abuela.

No sé por qué lo hizo.
Quizá lo hizo porque necesitaba dinero.

Como te habrás fijado, en este caso son dos palabras distintas que tienden a confundirse por su interrelación: un por qué siempre se contesta con un porque. Así que lo fundamental es tener claro qué función es la que se necesita cumplir para escoger la una o la otra.

iii) Aun
El tercer grupo lo compone aun. Este lleva acento diacrítico cuando es adverbio de tiempo (entonces sinónimo de todavía).

No lo sé aún. = No lo sé todavía.
Aún está en Ecuador. = Todavía está en Ecuador.

No lleva acento ortográfico cuando es adverbio de cantidad (entonces sinónimo de incluso).

Van todos, aun el cura. = Van todos, incluso el cura.
Aun los niños lo disfrutan. = Incluso los niños lo disfrutan.

VI. Los verbos con pronombres enclíticos
            Hay veces que formas verbales llevan pronombres unidos a ellos. Esta construcción, llamada enclítica, da como resultado una palabra compuesta. Por ejemplo: Cómpratelo. Ahora bien, a estas palabras se le aplican las reglas generales de acentuación, salvo en los casos en que la forma original del verbo lleve acento escrito, diacrítico o por regla.

Déme una oportunidad ( lleva acento diacrítico).
Séle fiel ( lleva acento diacrítico).
Diríase lo contrario (diría lleva acento por regla).
Compróse un libro (compró lleva acento por regla).  
        
En realidad, la mayoría de estos casos se darán con las formas verbales y en el uso cotidiano de la lengua. Sin embargo, encontrarás infinidad de ejemplos en las obras literarias y académicas.

Nota aclaratoria:
            Hasta la publicación de la más reciente edición (2010) de la Ortografía de la lengua española de la Real Academia Española, se aceptaba el acento diacrítico en el adverbio solo y en los pronombres demostrativos (este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales) para distinguirlos del adjetivo solo y de los determinantes demostrativos, respectivamente, y eliminar posibles ambigüedades. Lo mismo ocurría con la conjunción o entre números, la cual se acentuaba para evitar que se confundiera con un 0 (cero). Por lo tanto, encontrarás infinidad de buenos escritos con estas palabras acentuadas, ya que se redactaron cuando todavía se recomendaba el acento diacrítico para estas.